En Alemania hay varias tradiciones de origen religioso. Hay días que vemos niños con linternas recorriendo el barrio y hay otros que los escuchamos poniendo sus zapatos al lado de la entrada principal. Todas estás tradiciones navideñas son tan antiguas y tan conocidas a nivel mundial que de pronto en estas se basan las costumbres de diciembre de tu país.
“Nikolaustag” (como se le conoce en alemán), o el día de San Nicolás, es una tradición alemana que se festeja cada 6 de diciembre. En la noche del 5 de Diciembre, los niños disfrutan al poner sobre el árbol de navidad una bota de tela llamada “Nikolaus-Stiefel” (bota de Nicolás), aunque también se pueden dejar zapatos de invierno junto a la chimenea o en la puerta de entrada de la habitación con la ilusión de que, mientras duermen, San Nicolás llegará en la noche a dejarles ahí pequeños regalos, como frutas, chocolates, nueces y dulces; los niños que se portaron mal encontrarán una rama de árbol o un palo.
Dependiendo de la región, hay lugares en los que se acostumbra que San Nicolás se vista con un traje similar al de un Obispo, tiene barba larga y porta un bastón fino al caminar.
En su peregrinar, a Sankt Nikolaus le gusta visitar a los niños en sus hogares para preguntarles si han sido buenos en el transcurso del año y para comprobarlo, revisa su libro dorado donde puede ver las buenas acciones y el desempeño escolar de todos los niños. En caso tal que estos se hayan comportado mal, Knecht Ruprecht, quien es el ayudante de San Nicolás, tiene la tarea de castigarlos.
Historia y mito
Nicolás nació alrededor del año 270 en la localidad de Patara, la cual formaba parte del Imperio Romano, actualmente dentro de Turquía; el día de su muerte fue el 6 diciembre entre los años 345 y 352 cuando tenía entre 75 y 82 años de edad en la ciudad de Mira, también en Turquía.
Nikolaus formó parte de una familia adinerada; desde niño se destacó por ser bueno y de carácter piadoso y generoso, debido a que sus padres le inculcaron esos valores, además de que fueron fervorosos cristianos educándolo en la fé.
Después de la muerte de sus padres, Nicolás heredó una gran fortuna que puso al servicio de los más necesitados. Con amor al prójimo y el total desprendimiento de los bienes materiales, repartió su herencia entre los pobres y poco tiempo después decidió emigrar; se fue a vivir a Mira, en la península de Anatolia, lugar que también está dentro de la actual Turquía.
Con el paso del tiempo, a San Nicolás se le conoce también como San Nicolás de Mira, pues es en esta ciudad en donde fue Obispo Diocesano Católico; se sabe que fue consagrado Obispo de una manera muy peculiar.
Cuenta la leyenda que varios sacerdotes y obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro Obispo de Mira. Al no ponerse de acuerdo, se decidió entre todos que el próximo sacerdote que entrara al templo sería designado como el nuevo Obispo y, casualmente, fue Nicolás quien ingresó.
Durante su época como Obispo, y en su afán por erradicar los cultos paganos, ordenó demoler el templo de la diosa griega Artemisa en la ciudad de Mira, el templo más grande y más famoso de la región, e hizo lo mismo con otros varios edificios paganos. Así que, por decreto del emperador Licinio, arrestaron al Obispo Nicolás bajo la premisa de que este atentó contra la vida de cristianos. Tiempo después, el Emperador Constantino lo liberó.
Para lograr convertir en cristianos a los no creyentes, Nicolás utilizaba una dulzura exquisita al dirigirse a la gente, además de tener un discreto talento especulativo y orador que gustaba tanto a los orientales. Sin embargo, cuando se trataba de proteger a los más débiles de los abusos de los poderosos, a pesar de su avanzada edad, el Obispo Nicolás actuaba con gran vigor.
Este santo es conocido igualmente como San Nicolás de Bari, pues es en este lugar de Italia a donde fueron trasladados sus restos mortales. Según lo que han narrado los historiadores, se sabe que cuando los musulmanes conquistaron la península de Anatolia (Turquía), un grupo de cristianos sacó de allí- en secreto- las reliquias de San Nicolás y se las llevó a la ciudad de Bari, Italia. En ese lugar sus restos fueron sepultados en la que ahora es conocida como la Basilica de San Nicolás.
Es en la ciudad de Bari en donde se le adjudican tan grandes y admirables milagros, y pronto su culto llegó a ser popular en toda Europa. Es así que en la ciudad de Roma fue construido el primer templo en su honor en el año 550 y actualmente existen más de 2 mil templos dedicados a él en todo el mundo.
San Nicolás es venerado en muchas de las Iglesias, tales como la Ortodoxa, la Copta Ortodoxa, la Anglicana y por supuesto, la Católica. Él es el Patrón de los países de Grecia, Rusia, Turquía, así como de las ciudades de Bari, Italia y de Lorena en Francia. Además es el Santo protector de los niños, de los marineros, pescadores, gente de mar y viajeros en general, de los prestamistas, de las prostitutas y de las personas acusadas injustamente.
Milagros
Son muchos los milagros que se le atribuyen a San Nicolás. Uno de los de mayor repercusión es aquel en el que se cuenta que aun siendo joven, se compadeció de un caballero de la localidad de Patara, en Licia, quien cayó en una absoluta miseria y se vio obligado a prostituir a sus tres hijas. Para evitarlo, Nicolás echó tres zapatos, -aunque según otras versiones, fueron pequeños costales- llenos de oro, durante varias noches por la ventana del cuarto donde dormía aquel padre desnaturalizado, con lo que proveyó el remedio oportuno, y las tres hijas pudieron casarse.
Existe otra versión más popular que se dice que Nicolás dejó caer por la chimenea unas monedas de oro que milagrosamente cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían dejado secando junto al fuego; de aquí se supone que inicia la tradición de colgar las medias tejidas para recibir regalos en Navidad. Debido a esto, en ocasiones se representa al Obispo de Mira con tres monedas de oro en las manos.
Otro milagro es el de haber resucitado por su intercesión a tres niños que habían caído de un árbol, y que murieron al instante. También se le atribuye el milagro de los tres niños sacrificados para dar de comer a los clientes de un hostelero haciéndolos pasar por cerdos; los niños terminaron siendo devueltos a la vida por la intercesión del Santo. Es por esto que se le representa con tres niños a su lado en una cubeta.
Se cuenta además que salvó la vida de tres generales condenados a muerte injustamente.
En otra ocasión, se hallaban un grupo de marineros en medio de una tempestad y habiendo invocado ellos la protección de San Nicolás, vieron aparecer la figura del Santo sobre el barco. Al momento la tempestad se calmó.
Uno de los milagros suyos más recientes ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial en un bombardeo a la ciudad de Bari. Una madre se separó de su niño en medio de la confusión; horas después el niño apareció en la puerta de su casa sano y salvo. El niño contó cómo un hombre, al que describió como San Nicolás, lo ayudó, lo protegió y lo llevó de regreso a su casa.
La Opereta Navideña
Un dato curioso es que años después, el sacerdote Saleciano (de la orden de San Francisco de Sales) Jerko Grzincic escribió en honor y en recuerdo del Obispo Nicolás una opereta navideña titulada “Llega San Nicolás”, la cual está compuesta de tres actos. En este juego musical participaban un gran número de niños, los cuales actuaban en representación de ángeles, demonios, Santos Crispín (el mártir cristiano, muerto en el siglo III), y Gerardo, además de otros personajes.
El estreno de la Opereta se llevó a cabo por primera vez antes de la Segunda Guerra Mundial en la ciudad de Ljubljana (en Eslovenia) con gran éxito.
El primer acto tiene lugar en el cielo con los ángeles que se preparan para la gran ceremonia de ir a la Tierra. San Crispín (como el zapatero) y San Gerardo (como el sastre) hacen zapatos y ropa para los niños pobres. El segundo acto se desarrolla en un moderno infierno; los diablos, con Lucifer como líder, planean cómo van a engañar a los niños y jóvenes de mala manera.
En el tercer acto se van todos a la Tierra. Después San Nicolás viene a dar la bienvenida a la audiencia acompañado por los ángeles y enseña en su discurso, no sólo a los niños, si no también a padres, amigos y familiares, a ser buenos y trabajadores, piadosos y generosos; es entonces cuando los niños buenos reciben regalos. Al final de la obra, San Nicolás les desea a todos una Feliz Navidad con el deseo de vivir en paz y armonía.
San Nicolás de Bari se convirtió en la base de la figura de Papá Noel, Santa Claus o San Nicolás, es decir el personaje legendario, que según la cultura occidental, trae regalos a los niños por Navidad en la noche del 24 al 25 de diciembre.