El pasado 21 de noviembre tuvieron lugar en Chile las elecciones presidenciales, pasando a balotaje los candidatos de derecha José Antonio Kast del Partido Republicano con un 27, 91% y el candidato de oposición Gabriel Boric del partido Apruebo Dignidad con un 25,83%
Chile hoy por hoy se encuentra en una crisis sanitaria, como muchos otros países a raíz de la pandemia del Corona Virus, y además una crisis social y política que cala en la sociedad chilena desde la Dictadura militar y que terminó estallando en octubre del 2019. Miles de chilenos salieron a protestar por el alza del tren subterráneo en 30 pesos chilenos, sin embargo, se decía en las calles que esos 30 pesos estaban reflejados en los 30 años de abusos e injusticias.
La realidad de la desigualdad social es tremenda, muchas familias deben vivir con el sueldo mínimo, rayando la línea de la pobreza. El neoliberalismo implementado durante la dictadura de Pinochet, ha esclavizado a más de una generación, y se ha llenado los bolsillos a costa de la salud, la educación y las pensiones de la clase trabajadora, porque están en manos de privados. En este punto la clase política y las elites están en su punto más bajo, la población está totalmente desilusionada.
Las manifestaciones fueron cada vez más fuertes y escalaron tanto en violencia, por parte de los manifestantes y las fuerzas policiales, que el gobierno de Piñera llama a estado de emergencia dejando al mando del país al comandante en jefe del ejército, quien saca a los militares a las calles y provoca una especie de pánico colectivo en las ciudades. Todo esto cuando aún en la memoria popular persiste el recuerdo de la dictadura militar de Pinochet y los miles de casos de detenidos-desaparecidos, torturas y asesinatos. Esto fue un duro golpe para la sociedad y para muchos que tuvieron que revivir dolorosos recuerdos de seres queridos y familiares durante ese período negro en la historia chilena.
Cuando las manifestaciones aún no cesaban y para poder controlar el descontento de la población, a un mes de la revuelta, el 15 de nov de 2019 se firma el Acuerdo Por La Paz. Un acuerdo firmado por varios sectores políticos que consiste en una propuesta para redactar una nueva Constitución, ya que Chile aun tiene la implementada por Pinochet junto a los grupos de empresarios que impusieron el sistema Neoliberal. Esta propuesta incluía un plebiscito de entrada; si se quiere o no una nueva constitución, que ganó con el Apruebo con casi un 80%, la elección de constituyentes, y un plebiscito de salida; que será para aprobar o rechazar la nueva constitución.
A días del balotaje, los candidatos son extremos opuestos. Tenemos a José Antonio Kast, 52 años, abogado, militante y fundador del Partido Republicano. Parte de su programa de gobierno propone hacer una zanja en la frontera norte para impedir el paso ilegal de migrantes por esa zona, aprueba el indulto a violadores de DDHH, entre otros. Es cercano a ideas de Trump y Bolsonaro y defiende abiertamente a Pinochet.
Al otro lado tenemos a Gabriel Boric, joven de 35 años, estudió derecho, candidato por Convergencia Social-Apruebo Dignidad. Gabriel ha empezado en la vida política como dirigente estudiantil en la Universidad, actualmente es diputado de la república por la región de Magallanes. Boric es el candidato para la Continuidad de la Convención Constituyente; organismo que está encargado de escribir la nueva constitución. Boric propone aumentar y reforzar el rol y responsabilidad del Estado en temas de salud, educación, y pensiones. Aumentar los impuestos a los mas ricos, etc. Si tendrá el presupuesto para lograr todo lo que se propone, es una de las interrogantes.
Los chilenos en el extranjero que votaron en primera vuelta, el pasado 21 de nov., dieron como ganador a Gabriel Boric con casi un 70%. Se pensaba que podría marcar una inclinación en los resultados en Chile, pero fue J. A. Kast quien resultó con la primera mayoría en territorio nacional, con una diferencia de poco más de 100.000 votos.
Debemos recordar que la última vez, cuando fue elegido Piñera presidente el 2017, la participación en la votación se dividió en un 27%, para el actual presidente, Guiller con un 22% y los no votantes fueron un 51%. A comparación en estas primarias la participación fue de un 49, 134% y quienes no sufragaron son el 50,866%. Chile se ve nuevamente a la encrucijada de captar a los no votantes, en su mayoría jóvenes que están descantados con la política y las promesas sin cumplir. La tarea de los candidatos es atraer a estos votantes, pero ¿cómo?, si no creen en la desgastada clase política.
¿Quién será electo en Chile este 19 de diciembre de 2021?