Supera los desafíos profesionales como migrante y descubre la historia y experiencia de Daniela, una pedagoga que encontró su primer trabajo en Alemania. Acompáñanos y conoce su inspiradora historia.
Daniela, nació en México, estudió Pedagogía y lleva un año viviendo en Tierras Germanas. Ha logrado vencer el temor de no lograr el reconocimiento de sus títulos y no poder ejercer su profesión. Se ha informado adecuadamente, y ha seguido los pasos necesarios para desmontar el mito de que emigrar a Alemania implica renunciar a la vida profesional. Ella es un ejemplo de que perseverar en lo que deseamos da sus frutos.

Dudas y miedos iniciales
Al principio dudé de venir a vivir a Alemania porque eso implicaba renunciar a la vida profesional que llevaba en mi país, algo que disfrutaba mucho en el día a día desde hacía trece años. Soy una mujer apasionada por la educación y pensaba que en Alemania no iba a poder trabajar en mi área profesional y mucho menos sin tener un buen nivel de Alemán y sin la homologación de mi título profesional.
Creo que nos puede suceder a los migrantes, que tenemos al alcance tanta información, que tendamos al pesimismo de pensar que sólo hay un camino que seguir y que será imposible. Yo temía jamás poder ejercer.
Al final decidí migrar a Alemania con todo y las ideas catastróficas en mi cabeza. Llegué a vivir a una ciudad en el estado de Hessen y creo que ahí empezó a cambiar mi perspectiva.
Comencé a buscar trabajo y encontré una asociación que buscaba docentes de español para promover la lengua de herencia en familias binacionales, apliqué y empecé a colaborar con ellos. Esa oportunidad me hizo sentir que posiblemente sí podía encontrar trabajo de Pedagoga.
Homologación de títulos y apoyo a migrantes
En el camino, me informaba sobre cómo homologar mis títulos profesionales, algo que creo es un dolor de cabeza para nosotros los migrantes, hay tantísima información (en alemán jaja) que es complicado entender qué es lo que realmente se debe hacer o por dónde empezar.
Por suerte Alemania (bueno puedo hablar de Hessen) tiene varios programas que apoyan a la integración de las personas migrantes y en mi búsqueda encontré una asociación que se llama beramí- berufliche Integration e.v (www.berami.de) que son los encargados de asesorar gratuitamente sobre el reconocimiento de títulos. (www.hessen.netzwerk-iq.de)
Ahí me brindaron la información específica sobre Pedagogía, me explicaron la diferencia entre las profesiones reguladas y no reguladas. (Pedagogía es no regulada) y me mostraron un panorama esperanzador al comentarme que podía empezar a trabajar en el sector privado de Alemania, y Hessen tiene varias escuelas privadas e internacionales donde se habla inglés.
Reconocimiento de títulos y búsqueda de trabajo
Mandé mis papeles al ZAB para el reconocimiento de mi cualificación profesional. (https://www.kmk.org/themen/anerkennung-auslaendischer-abschluesse.html) y a esperar… después de cuatro meses recibí la confirmación de que mis títulos son reconocidos en Alemania.
Después de eso, me di cuenta que en internet, muchas de las escuelas privadas tienen una pestaña de vacantes y desde ahí comencé la búsqueda. Hice un Excel (gracias al tip de una muy buena amiga) y empecé a registrar las escuelas, vacantes y requisitos.
Principalmente tenía que mandar mi CV y la carta de motivación (vi muchos tutoriales en YouTube para poder redactarla).

Foto: cedida por cortesía de Daniela Ríos
El proceso de solicitud y el comienzo de mi trabajo
Cuando tuve los papeles listos, empecé a enviarlos por email, tenía mucha incertidumbre sobre si tendría respuesta o no, pero después de varias semanas recibí un correo en donde me invitaban a una entrevista de trabajo. Fui muy feliz en ese momento, no me lo podía creer porque yo pensaba que sin alemán jamás tendría un trabajo.
Fui a la entrevista, hice el día de prueba y comencé a trabajar en una kita con niños de uno a cinco años de edad.
Es una kita privada intercultural y es algo que me gusta mucho, puesto que tanto los maestros como los niños, somos de todas partes del mundo. Hablamos dos idiomas principalmente: inglés y alemán, sin embargo, se respetan y cuidan sus lenguas de herencia.
Cada día es una oportunidad de aprendizaje, ya que puedo aplicar mis conocimientos profesionales con los niños pero también aprender de su contexto cultural y buscar la manera en que todos se sientan integrados.

Foto von cottonbro studio: https://www.pexels.com/de-de/foto/kind-liest-englisches-alphabet-3662804/
Sin duda hay diferencias entre cómo funciona una kita aquí y en México, pero para mí un es una experiencia enriquecedora.
El papeleo demora mucho tiempo, es confuso y a veces uno se siente desesperanzado, pero, en mi experiencia, vale la pena hacer el camino burocrático para seguir creciendo y disfrutando de Alemania desde la vida profesional.
Artículo realizado por Daniela Ríos
Redacción y corrección: Romina Tumini
Lee nuestras demás entrevistas
Annel Soriano: Cultura financiera en Alemania
Mamá Irene: Sanadora de los Andes
Angie Bru: médico venezolana en Alemania