El Goethe-Institut nos lleva a un viaje al pasado lleno de historia, pues en sus comienzos en el año de 1951, cuando el Instituto se solidificó de nuevo después de la guerra, su principal objetivo fue formar a profesores de alemán que se encontraban alrededor del mundo enseñando el idioma. Sin embargo, rápidamente esto cambió.
Tras años de transmitir el conocimiento de la lengua y la cultura alemana, el Goethe – Institut celebra su setentavo aniversario; un instituto que más que un lugar de estudio nos inculca la fascinación por la cultura, tradiciones, arte, y nos sumerge en un intercambio cultural fantástico en los 98 países donde se encuentra presente.
El idioma alemán en el mundo
A pesar de los tiempos difíciles – la falta de tecnologías, la lucha de poderes, la problemática política, protestas estudiantiles y guerras -, el Instituto supo afrontar cada una de las trabas y logró expandir a territorios como Asia y África, ya que, desde aquel entonces, tenía muy en claro la enseñanza del idioma alemán, pero al mismo tiempo su finalidad estaba más allá; estaba en sumergirse en un estilo de vida, en compartir e intercambiar culturas, y empaparse de la sabiduría de cada persona diferente a un solo círculo rutinario.
Hoy en día es una Institución en la que podemos sentir que tenemos un cachito de Alemania en cada país. Además de seguir transmitiendo el idioma, se encarga de planear eventos a los que alumnos y el público en general pueden asistir – e incluso participar – y disfrutar de viajes culturales, eventos musicales, de arte, cine y literatura entre otros, teniendo un enorme impacto en el desarrollo de las personas a nivel intelectual-educativo, abriendo puertas, abriendo mentes, creando, inspirando, a las generaciones hacia el enfoque cultural.

¿Ahora puedes imaginar los cambios tan grandes a los que el Goethe se han tenido que adaptar durante todos estos años?
Los métodos de enseñanza en el pasado eran muy distintos a los de hoy en día. Era normal que la enseñanza en las escuelas del aquel entonces promocionaran “la fuerza”, “liderazgo”, “poder” en vez de la “cultura”, como tal. Estos no fueron los únicos obstáculos que tuvo que atravesar el instituto, ya que en su búsqueda de sacar a relucir lo interesante y diversa que es la cultura alemana, normales educacionales anticuadas hacían del proceso algo bastante complicado.
Después de haber dado un recorrido al pasado, es importante mencionar que para festejar el 70 aniversario del Goethe-Institut, se han planificado varios eventos alrededor del mundo, algunos de ellos en Berlín el 22 de noviembre y el 29 de noviembre del presente año. Se tiene planeado exponer “Take Me To The River”, haciendo énfasis en el cambio climático, “Nation, Narration, Necrosis” con enfoque a la importancia de los museos y, finalmente, la obra “Muro Que Desaparece” conectando la diversidad europea de manera sensorial.
Alemania tiene una rica cultura envuelta por grandes filósofos, maestros del arte e historia, su comida, sus valores, sus reglas, sus regulaciones con el medio ambiente, su puntualidad, sus fiestas y sus mercados navideños, y su idioma al que algunos consideran “rígido” o “áspero”, pero que, sin embargo, contiene términos tan exactos que puede describir perfectamente un sentimiento preciso y extraño. Alemania vale la pena vivirla y disfrutarla de la mano de esta institución que hoy celebra su tenacidad y perseverancia.