Las repercusiones de la medida implementada por el gobierno germano es tema de discusión. Pero, realmente, ¿Qué está pasando con el tema y cómo ha lidiado el sistema de transporte masivo?
Desde el 1 de junio, los usuarios de transporte público pueden acceder a un billete de transporte público mensual por 9 euros. Él mismo estará vigente hasta el 31 de agosto y puede ser utilizado por cualquier pasajero, incluyendo turistas y extranjeros. En el caso de los niños, a partir de los 6 años necesitan su propio billete mientras que los menores de 6 años viajarán gratis.
Con este billete se podrán utilizar todos los medios de transporte público de Alemania como tranvías, autobuses, trenes urbanos y subterráneos (U-Bahn y S-Bahn), trenes regionales y regionales exprés en segunda clase. Asimismo, permitirá ciertas conexiones de ferry de transporte público en Berlín y Hamburgo.
Los trenes de larga distancia como las conexiones ICE, IC, EC y Thalys no adhieren a esta medida, como tampoco los proveedores privados como FlixTrain por lo que para ellos el billete no será válido.

Estos tickets se podrán comprar a través de las distintas aplicaciones de las empresas de transporte de Alemania, en el sitio web de Deutsche Bahn (DB), en las máquinas expendedoras de billetes y en los centros de viaje de DB.
Así, se presenta la incógnita sobre esta medida, ¿es un éxito o una desilusión?
Las autoridades de transporte público de Alemania, que administran y operan las redes de viajes en todo el país, tuvieron poco tiempo para prepararse, según expertos. «Tuvimos que ajustar nuestra infraestructura de ventas y adquirir autobuses, trenes y personal adicionales, aunque debo decir que eso no fue posible en un momento dado», comenta Lars Wagner de la Asociación de Empresas de Transporte Alemanas (VDV) de Alemania al medio de comunicación DW. La organización coordinadora representa a más de 600 autoridades de tránsito y empresas de transporte público del país.
Se debe tener presente que el pase económico atrajo a muchas personas que nunca o rara vez habían viajado en transporte público para probarlo. Los legisladores ciertamente esperaban este efecto.
Sin embargo, esto generó toda una nueva serie de desafíos según Lars Wagner de la Asociación Alemana de Empresas de Transporte Alemanas (VDV). Algunos de estos viajeros sin experiencia, por ejemplo, no conocían las estaciones de tren «causando retrasos, ya que los pasajeros desorientados bajaban de un tren a las plataformas tratando de orientarse, impidiendo así que otros salieran o abordaran».
El personal de servicio en algunas estaciones ayudó a los viajeros a encontrar su camino y minimizar las demoras. «En Colonia, vi asistentes que ayudaron a los pasajeros a embarcar rápidamente en trenes abarrotados para que otros también pudieran subir», dice Dennis Junghans de Rail Alliance de Alemania también al medio de comunicación alemán. Este, sin embargo, dice que se necesitan mejoras en las próximas semanas; espera ver mucho más personal de servicio ayudando a los viajeros en los principales centros de transporte de Alemania.
Joachim Radünz de la autoridad de transporte Berlín-Brandeburgo (VBB) afirma que el pase de viaje con descuento fue un éxito rotundo en Berlín y Brandeburgo, donde muchos optaron por tomar trenes y autobuses en lugar de conducir un automóvil.
Pero el veredicto de Wagner es un poco más ambivalente. Si bien se mostró complacido de que el billete de 9 euros animara a muchas más personas a utilizar el transporte público, critica la financiación del plan: «El Ministerio de Transportes proporcionará 2.500 millones de euros durante tres meses para compensar la pérdida de ingresos provocada por la bajo precio de boleto y, sin embargo, no se proporcionó dinero para personal adicional, autobuses o trenes». Con eso en mente, no ve cómo el esquema puede continuar después de agosto.
Al menos no a 9 € por billete.